24.5.07

Sí, ya lo dimos todo. Entregamos pedazos de nuestra existencia por este fin, nos fuimos a la mierda entre sudestadas en Paraguay y la Rambla, esas holas de mil quinientos metros lamiendo la vereda con furias y pasiones de noches y noches contenidas. Los autos temblaban de miedo cuando desde arriba les llovía la tempestad de ese mar descolocado, que se había comido la playa y había avanzado hasta tragarse, de a poquito, las escaleritas de piedra.
Ya sufrimos los vientos sur, los estes calurosos, los oestes ciudadanos y ese norte, ese maldito norte, que se lleva la fe en cajitas de papel y devuelve una imagen algo difusa y esta derrota atrapada en el monte cuarto, de este a oeste.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Maru! Bueno... medio de arevido paso a dejarte un comentario... no me conocres pero hace unos dias entré de rebote y lei algunas cosas tuyas. Realmente me encantó tu forma de expresarte, me gusta mucho lo expresiva que sos, cómo decís las cosas y las palabras que usás... leí casi todos tus textos y no deja de parecerme notorio que no ponés títulos, no te preocupás por las etiquetas y eso... es como si fuera un diario íntimo que escribís por impulsos. Me gusta mucho como escribís.
Espero que sigas dejando por aquí pedacitos de magia como los que venis dejando caer. Voy a seguir pasando con mucho gusto.
Un abrazo, y felicitaciones :)

Anónimo dijo...

Aguante el sur.