4.6.07

Cuanto dolor camina en la calle. Con muchas patadas, los dolores deambulan de un lado a otro, sin semáforo por respetar ni peatón en cebra a quien ceder el paso.
Hipólito es un tipo a quien el tranvía del dolor le sacudió el esqueleto más de una vez. Hasta que se compró el paraguas de acero, hace diez años, y lo lleva siempre que sale de casa.
Diez años hace que no ve el cielo, pero con el paraguas no hay dolor que se atreva a atropellarlo.
A veces extraña el cielo, sí.

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