2.12.07

Se van cayendo como llegaron, días con sol y más aire que otra cosa. No pasaba nada.
Se cae una mañana por el resumidero y plop, hace ruidito de agua y se va, se va, se pierde en la infinidad angosta de una cañería.
Las mañanas solían empezar antes, y el aire era tan todo, que la verdad que no pasaba nada.
Todo tiene formato de carta cuando pienso, y es como un texto con destinatario el que llega y se reproduce en mi mente, la que ahora está llena de nombres raros.
Y yo pregunto, agarro cualquier cosa sobre la mesa y le pregunto lo mismo, que a quién puede ser que escriba cuando me canse y lea el recuadrito donde hay que meter un nombre.
Las cañerías resultan infinitas, y todo es infinito comparado con algo tan pequeño que es ínfimo. El universo y yo. Un grano de arena y una mesa. Un monitor conectado a dosveinte y Dios.
Así que, ahora que sabemos (yo y quién?) que todo es infinito, y que infinito sobre infinito es indeterminado, pienso en encontrar el método.
Y me pregunto, señor que enseña a no-vivir: ¿hay que escoger uno de la lista o puedo pensar en uno que sea mío y me guste más?
¿Ve? Así tampoco funciona. Ya me adiestró en cierto sentido, cuando me permití pedirle permiso. No voy a elegir nada de la lista, no será ese método. Pero no por querer recuperar las mañanas y los días con rebeldía, enteros ellos, que ya están viajando ciudades subterráneas, sino porque el sin sentido es más que un infinito. Es un todo. Una verdad que llega y agobia y plantea, sin vuelta atrás, que sea cual sea el método, quedará indeterminado todo, sin solución, olvidado como quedan las cosas sin vuelta que darle.
La carta tampoco sería para usted. La verdad es que no creo que su nombre se me ocurriera nunca, porque yo en la carta tenía ganas de hablar de maravillas, y colores, y sonrisas un poco extrañas.
Y todo eso, pienso, habla del mundo nuevo y loco que hay bajo la frazada del mundo, y que usted no tiene tanto tiempo ni tantas ganas de descubrir soñando.
Ahora sí. Adiós. Buen viaje. Despídame con una sonrisita amarilla y después limpiesé las mejilla donde le haya quedado sucio de beso.

3 comentarios:

SR. BLANCO dijo...

Perdon, no soy burro, en serio. Me encanta leer los coms, pero sinceramente y te lo tengo que decir, no lo entendi muy bien... Pero no te preocupes que soy yo!, hoy dormi una hora nomas, y me estoy cayendo, mañana entro bien y te pongo un com como la gente :(
De nuevo pido perdon!
:(

Mariana dijo...

¿Y qué sería "entender"?

:)

Jeza dijo...

Libre interpretación :P
Me encanta tu combinación de palabras. Sos buena diseñadora en la "moda del lenguaje".
Me fascinan tus textos.
Y sigo esperando a que te pique el bicho ese que le chupó la sangre a Fede y por fin, decidas sacar un libro.
Salute!