Viscera.
Amortigua el impacto una capa de plumas blancas.
Socorro en el intento un abrazo que acogota la más profunda pena.
Y la suicida en el miedo de que algo rompa la calma prístina.
Amortigua el impacto, pero no lo para.
No para en mi cabeza la idea de que me di de bruces contra ese colchón.
La idea de que caí, me golpeé y sangré.
Y que sorbí, desde mi labio superior, la sangre. Gloriosa sangre.
4 comentarios:
Son intennnnnnnnnnnnnnnnsa.
¡qué lindo Maru!
cada verso es la fotografía del mismo, la cámara lenta de la idea perfecta.
beso.
Te respiro por los poros. Repito tu nombre. Mariana, Mariana, Mariana.
Qué linda que sos, Mariana.
Gracias, Vito! Sus palabras son siempre alegría para mí :)
Anónimo... me halaga. A pesar de la ausencia de nombre. Misterio!
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