Pensé que el blog anterior no funcionaba.Bueno... generalmente yo no funciono. Pero... qué hago? Me hago la viva y no me doy cuenta, o hago que no me doy cuenta, y creo otro blog. Y me tiro a la basura. Me voy a convivir con los deshechos, con la sociedad en deshecho, con los polítidos, los milicos, los estatutos, las corbatas a rayas y el maletín de algún empresario. Qué descubro? Que siempre viví en un tacho de basura sucio, hediondo y olvidado. Que pasaron señoras coquetas a tirar sus cáscaras de verduras, sus papeles higiénicos, sus ruleros en desuso. Que nos hicieron un nudo en la bolsa de mylon y un camión nos pasó a buscar, nos masificó junto a otras bolsas hediondas y nos pateó en el culo redondo. También supe que alguien nos hurgó buscando algo que sirviera.
Así es que conozco la mierda, los desperdicios pero también alguna cosa que sirve, que tiraron por error o que se tiró porque quiso, como yo.En este basurero cotidiado encontré cosas... familia, amigos, comunidades cybernéticas increíbles, sonrisas, arazos, besos, amores, soles. Descubro, así, que no es tan malo al fin y al cabo. Que la sociedad huele mal porque no hacemos lo suficiente por cambiarla, que reciclar es posible.Este es mi tacho de basura y quiero compartirlo de esta forma inconstante que tengo de hacer las cosas. Como todo basurero olerá mal, dará asco y será bastante heterogéneo.
A no ser que, por error, se me caigan las flores a la basura y deje escapar, solo por equivocación, alguna cosa linda, algunos buenos deseos, alguna felicidad escondida, algún sentimiento de amor.Al fin y al cabo todos soms un poco así... mezcla de mierda y ternura.


Gracias por llegar hasta acá. Cuidado con las cáscaras de banana... son resbaladizas.



Maru