4.3.07

La partícula de polvo entró por el gran ventanal, junto con el Sol que por la misma rendija se colaba. Venía de la calle, de entre los pedacitos de piedra, esos que no dejan a la gente correr descalza hasta la playa. Irregulares callecitas de piedras había recorrido la partícula de polvo. Ascendía en el aire, ligera, escurridiza, y se dejaba caer. Iba navegando brisas.
El sol le daba un particular brillo mágico. La hacía resplandecer como diminuto bicho de luz en el día. Hacía que su lento descenso resultara irrear, le arrancaba resplandores microscópicos, visibles solo para el muy atento observador que posara sus ojos en ese rincón de la ventana donde Sol y partícula de polvo jugaban a las exhibiciones.
La partícula de polvo caía, se dejaba ir aire abajo, surcando corrientes, arremetiendo con otras partículas de polvo, sonriendo de a ratos a causa de las cosquillas luminosas.
Antes de llegar al piso, ya se vio venir la colisión. La esperó, con ese extraño placer que se siente antes de que acabe la aventura, segundos antes de que la paz invada todo.
El Sol todavía la hacía brillar cuando ella, tan lentamente como siempre, se dio contra el suelo y quedó ahí, inerte, en una grieta de las baldosas rojas. Por un segundo, no sucedió nada más. Daba miedo verla así, tan débil, ya casi sin brillo, viendo venirse encima otras partículas de polvo.
Pero ella no se preocupó: bastaba una nueva ráfaga de aire para volver a emprender el vuelo.

4 comentarios:

Jeza dijo...

Te juro que cada vez me cuesta más opinar.
Es tanto lo que me dejan pensando tus escritos que se me enmudece la lengua.

Todos somos partículas de polvo.
Todos caemos al suelo a veces... lo que hay que saber encontrar es esa capacidad barrileteal, que tenemos, de remontar nuevamente.
Besos!

Péto dijo...

Inti ihuana!

JuanT dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
JuanT dijo...

Voy de vuelta...
Honestamente, no tengo palabras, no sé que decir.
¿En serio tengo que tener un veredicto?
Alucinás, creás cosas increíbles, y me encanta viajar por esas cosas, para entenderte aunque sea un poquito.

Saludos, nos estamos leyendo.