30.4.07

Tres copas del licor menos dulce,
tres abrazos entre intérvalos,
tres primaveras de ojas caducas,
tres carcajadas al borde del delirio,
tres otoños llenos de sol,
tres ramblas interminables,
tres (mil) terminales o coches que van y vienen,
tres sueños antes de besar infinidades,
tres acoples lentos y ensordecedores,
tres flores muertas en tumbas sin nombre,
tres kamikazes de cara contra un mismo atentado,
tres imágenes superpuestas que esbozan la cara del destino impresa en papel blanco, tiesa, espectante.
Regalo de quien sabe qué dios, condena de algún cruel diablo de cuentos de brujas. Sed al volver a casa, ahogo al estallar del todo.
Pase raya y empiece a contar una vez más. Pero no repita sucesos, guarde lo que le queda en el cofre del alma y descubra nuevos horizontes.
Y agradezca, agradezca mucho, que no debe haber persona más feliz que aquella que sonríe una vez al mes sin que nadie lo obligue.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es re lindo eso que escribiste.
Tenía que decirlo. =)

Un beso.