11.6.07

En el país de los desencantados, un alegre levanta la vista al cielo y sonríe de puro placer. En el país de los astutos, el ingenuo se conforma con un pétalo de una sola flor. En el país de los mentirosos, el que cuenta la verdad nunca sabe nada. En el país del desasosiego, el seguro sale a la calle cada mañana y compra el diario. En el país de los ricos, el pobre tiene todo lo que no quiere. En el país de los pobres, el rico es un desubicado. En el país de los sordos, el que habla está mudo. En el país de la felicidad, el triste murió anoche. En el país de los lindos, el feo no tiene espejos.
En el planeta Tierra al alegre le dan infartos, al ingenuo se lo traga la marea, el que cuenta la verdad vive poco, el seguro pisa cabezas, al pobre le prestaron una vida a cuenta y con intereses, el rico se relame, el que puede hablar no sabe cómo, el triste se ha vuelto constante, el feo se queda en casa.
En el país de mi casa vive un ser con pocas ganas y plantan flores los jardineros de alguna tristeza. En mi país se vive del no saber cómo, a cuenta del futuro que pasa factura cada tanto, y los niños manejan computadora pero no tienen qué comer y Google no vende fiado.
En el país de la esperanza algunos todavía tienen casa.

2 comentarios:

Jeza dijo...

Interesante contradicción.
Me pa que yo vivo en el mundo de la esperanza y no porque todavía tengo casa.
Muy bello texto, como siempre.
Salute!

Péto dijo...

En el país del no me acuerdo, doy tres pasitos y me pierdo...