12.11.07

Poco a poco, se va acurrucando. Primero abraza sus rodillas, después semi-esconde la cabeza. Se aprieta más contra sí, haciéndose chiquito y compacto.
Después se deja caer, perdiendo el equilibrio, quedando tirado en el suelo así, en esa posición ahora 90 grados invertida.
Hay una persona en el suelo, en posición fetal, queriendo desaparecer, reabsorberse y volver al útero. Hombre al agua, dirían si fuese un barco.
Pero hay más naufragio que barco en esta historia, tantas veces contada cuando abrazados a nuestras propias extremidades rogamos a la madre naturaleza que regrese el tiempo, que nos reabsorba al vientre y en líquido amniótico quedemos flotando para siempre, segmentados en una bola de células, apenas dos, apenas haploides, apenas viviendo, apenas creados, sin penas ni glorias. Sin penas.

No hay comentarios.: