25.11.07

A veces compararlo todo devuelve el alma. No sabés, hoy tuve un sueño. Siempre acaban en blanco, en tristísimo y profundo blanco, con una finísima voz estridente hablando o gritando (¿qué diferencia? no distingo) al fondo, sin eco, sin lejanía.
A veces creo que entre el eco y la lejanía queda algo. También tengo la sensación de que sencillamente ya no sé como empecinarme más en encontrarlo. Pretendo creer que es inevitable que esté, como está todo antes de que venga el otoño. Suelo creer que "todo" no es más que cada una de las cosas que veo haciendo de hojas en un árbol caduco. El tiempo pasa y siento que los otoños empiezan a repetirse cada vez más rápido.
Como un trompo, que gira cada vez más hasta que se tuerce, se tuerce al perder velocidad y cae el suelo, da algunas vueltas noventa grados girado, torpemente, hasta que se para y queda queto, quizás contra el sócalo de una pared.
Vi trompos girar en un piso sobre el que había pies sin deseos. Un día aparté la vista y ahí estaba yo, abajo estaban mis pies, más abajo el piso sobre el que giraba el trompo. Las conexiones, que son gigantescas y veloces, llegaron a avisar que no podía mover los pies, pero que todos los pisos son arenas movedizas y uno termina quedándose atrapado (¿en la seguridad?).
Ahora creo que hace falta una pala para desenterrarme. Las baldozas creo que siguen teniendo el mismo color. El trompo quedó tirado contra una esquina y ya tiene telarañas.
Para el tema de los sueños, acá en esta arena movediza, no tengo solución. Creo que los finales blancos y esas mezclas de corazones y lacrimales van a seguir llegando siempre. Y también los fantasmas, cuando asome la cabeza.
Alguien grita allá afuera. Sh, no hagan ruido. Alguien duerme acá cerca.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Sabes que hace mucho estabamos con mi viejo en una de nuestras charlas filosóficas en el patio y me dijo que las personas tienen como mil millones de cosas dentro, como mundos todos distintos y cosas que no se conocen.
Bueno, hace tiempo que pienso que vos sos eso exactamente. No se de donde sacás estas cosas... y es tal cual como si tuvieras mil personas hablando desde adentro de vos.
No conozco a nadie como vos, Marian.
Sigamos con Euforia, aguantame que vos a tirar el carozo.

Anónimo dijo...

es increible como sin conocerte ,estoy enamorado(como las piedras que se vuelven agua ) de vos maru*

Mariana dijo...

Tengo miedo.

Anónimo dijo...

no tengas miedo quizano me supe explicar lei tu blog y me gusto disculpa si te incomode

Unknown dijo...

wow juntando galanes :P
jaja
lindo post, saludos

Mariana dijo...

Jajaja. Dios. Pase cuando quiera anónimo. Y cuando quiera deje de ser anónimo también, que es más linda la gente con nombre ;)