24.11.07

Cuando toca la cara
que toca el tímpano
y abre la fe.

Amarillo. Azul. Verde. Tu cara empieza a chorrear pintura. No juntás las manos, no te limpiás suavemente una gota.
No importa. Mejor no mires más. El pájaro se quedó en tu ventana.
Para siempre.

Y para mañana ya están listos los manteles... que se manchan de tus colores y después sudan al sol, si al empezar la tarde alguien los lava y los lava, quien sabe queriendo desprender qué de vos.

1 comentario:

Jeza dijo...

Evaporando personas de manteles...
sería fácil ese desprendimiento.
Qué lindo volver acá!
Besos, señorita.