27.2.08

Cemento verde. Bronce verde. Mármol manchado. Olor. Incrédulo. Asco. Rajá. Volá. Andate. Rápido. No mires. No te asustes. No quieras. No. Ta. Basta. Imagen. Pará. Hastío.


Vuela abajo, nada arriba, apoya la cabeza en su propio brazo que se agarra al barrote de metal. Y huele mal. Huele a gente y a tiempo. A aire y a sucio.
Todo lo que pasa en la cabeza de la gente y es importante, todo lo que es horrorosamente cierto, suele suceder de noche. Los grandes clicks de la mente no conocen el sol.
Qué mareo. Cuánta gente. Tanto encierro.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Mariana, queria dejarte un saludo despues de haberte estado leyendo. Hacia bastante que no pasaba por aca.
Quiero que sepas que sigo creyendo que tenes un poder de expresion mayor que el que muchos de nosotros podemos siquiera soñar. Admiro tus letras y tu sensibilidad y espero que nunca dejes de escribir asi. En tus pocos años (pocos comparados a los mios jeje) vive un alma vieja.
Un aplauso y un beso grande!

Andrea.