10.3.08

No.

Se quebró el aire. Me mira desde abajo con cara de qué te pasa. Qué te pasa.
No. No quiero intercambiar chistes por baldes de agua. No quiero piropos de mostrador por almohadas. ¿Ah, no querés? No. Quiero un aire. Ni dos, ni un viento que vuele todo. Solo un aire. Acá, la puerta se cerró de golpe, las sábanas pesan toneladas y no se encuentran de esos, una pureza que cancele lo agotador y renueve cabezas.
Qué te pasa, vuelve a preguntarme. Y lo que pasa es que a las 6 de la mañana no hay luz en esta época del año y del mundo. Lo jodido es si ves pasar el tiempo y a las dos de la tarde sigue estando oscuro. Entonces te das golpecitos en la sien, llamadas a despertar, intentando sacudirte el cronómetro interno. Fuera de servicio, dice en un cartelito pegado a la puerta de vidrio del relojito. Pero la puta madre. A ver, averiguemos en bedelía cuándo vuelve a funcionar. Horario de ventanilla: de 9:00 a 11:00 y de 16:00 a 20:30 hs. ¡Y son las 2 de la tarde!
Ahí es cuando salís a la calle (qué veredas anchas, hoy), corrés un poquito y no. Ni airecito de verano que agoniza su fin, ni Sol para poder ver algo. Pero si son las dos de la tarde.
Qué te pasa, volvés a preguntarte. Y estás ahí, como siempre. Con cinco balas verdes en el bolso marrón y los cinco agujeros correspondientes en el estómago. Sabés que hay sangre, pero cómo verla, si son las dos de la tarde y parece que no te diste cuenta.
A las seis de la mañana es de noche en esta época del año y del mundo. A las cuatro de la tarde, también está oscuro. Un golpecito más, por las dudas. A ver si anda.
No. Se quebró el aire. Me mirás desde abajo con cara de qué me pasa. Qué me pasa, preguntás.

3 comentarios:

Sin Gamulán dijo...

Lindo, pero no lo entendí. ¿Pastillas?

Sin Gamulán dijo...

Espero no lo hayas tomado a mal, me refería a las balas, no las pude conceptualizar.

Mariana dijo...

Jaja, no te preocupes. Nada se tomó a mal.
Un abrazo y gracias :)