¿Sabés quién es la persona que menos te quiere? Me lo dijo una noche que andábamos de caminata expiatoria. Así le pusimos alguna otra vuelta. Estaba pensando esa noche que no entendía muy bien como es eso de la mala intención. Eso de que te jueguen por atrás y te apuñalen por el costado.
¿Sabés quién es la persona que menos te quiere?, me preguntó. Y no era una pregunta. La persona que menos te quiere, dijo, es la que con un dedo te tocó los labios y te calló la boca. Te olvidaste lo que tenías para decir y te olvidaste de quien eras.
Necesité más y le pedí que me explicara mejor. ¿La persona que menos me quiere me tocaría los labios?
Sí, aseguró. Te tocaría los labios y hasta te daría un beso. Con un dedo, con una mano, con los labios, con los ojos, con la cabeza y con todo el cuerpo. Parece contradictorio pero...

Estábamos al borde del muelle, sin darnos cuenta. El río estaba quieto y escuro. De fondo mil luces.

- ¿Alguna vez oíste hablar de las hormonas, no?

- Alguna vez... ¿Pero qué tiene que...?

- Algunas inhiben procesos. Otras los estimulan.

- ¿Y qué tiene que ver con lo que veníamos diciendo? - Soy un poco impaciente con los ejemplos metafóricos.

- La persona que menos te quiere es la que queriéndote te inhibe. Ninguna hormona existe con malas intenciones, y así tampoco el amor de la gente. Es solo que algunos se olvidan de quererse menos a sí mismos y entonces también se olvidan de estimular tu propia forma de existir.

- ¿Entonces cómo nos damos cuenta?

- Lo malo es que la mayor parte de las veces no nos damos cuenta. Vivimos mucho tiempo con esas personas que nos inhiben y no escuchamos cuando nos dicen a gritos que no nos hacen bien. Supongo igual que en algún momento uno reacciona, no sé cuando.

- Me gustaría saber quién es quien más me quiere.

- ¿Alguna vez oíste hablar de la somatotropina?

- ¿La qué?

- Ah, es genial la somatotropina...