25.3.09





Todas las palabras se reúnen a rendirme a homenaje, a acordarse de mí, a darme a luz un día, verme nacer, sostenerme en mis momentos frágiles, darme la bondan y la paciencia para crear compresión.
Un timbre dulce, un tipo duro, un hombre soñador para cubrir los huecos que se dejó el pintor que creó el mundo.
Escondiéndome, preguntándome porqué no somos mejores. Porqué no somos un poco más gente. Porqué no nos queremos más.

El eco, otra vez. Sus palabras me devuelven al cuarto oscuro y cierro los ojos. No estoy en paz.

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