4.9.10

Las nuevas formas de existir me deslumbran. Miro el cielo y hay cristales sonriendo en chispas de blancos nacarados. Dejé de preguntarle al cerebro si está bien, si se puede, si es cierto, si existe.
Y cuando estaba tomando impulso para saltar me agarraron de los tobillos, no les gustó el intento de poblar los altos aires. Pero zafé, porque de alguna manera el destino es justo y la fuerza suficiente.
Las sombras se tornan luz y los espacios ceden. El tiempo da vuelta la esquina y la taza de té fría se duerme sobre la mesa. La mejilla aguarda una calidez de jueves a la noche, el temporal amenaza pero no mata. Los labios son las mentiras que todos callan. Y yo digo, simplemente porque todo es tan nuevo y brilla tanto, como porcelana en bandejita de plata.

1 comentario:

Anto dijo...

Ah que bello bello bello. Sos un rayito de luz en moscú, y te extraño mucho. Te extraño a vos y a tu contexto, tus delirios, todo.
Te quiero Ernestina! Jaja.

Besos grandes!

Hormiga