25.12.07

En la casa de al lado gritan y alguien corre a recibir con el pecho una bomba. Y yo lo miro desde la puerta, quiero gritarle que no, pero corre más y más hasta hacer contacto, estallar y caer al suelo con el pecho abierto.

- Dios mío.

La gente se enloquece, en medio del griterío una mujer corre en pantuflas, un niño deja de buscar lucecitas olvidadas, y el del pecho roto aún tirado boca arriba mira al cielo sin pestañear.
Por un segundo nadie respira. Desde la puerta, aunque ya más cerca, pienso que se murió.
En un instante de distracción o suma atención, el herido se levanta del suelo, se limpia los pantalones lleno de tierra, mira a su audiencia atónita y anuncia con cara de contento:

- La verdad es que ya no aguantaba más el corazón.

Entonces recupera su mochila de al lado del árbol, se la cuelga a los hombros, saluda con una mano y se va caminando. Silbando y sangrando.

3 comentarios:

Jeza dijo...

Es que ya le desafinaba el corazón.
A veces es bueno escupir algunos gritos :P
Que tengas un 2008 de puta madre!
Salú

noe dijo...

Cuantas veces habremos salido a recibir una bomba con el pecho no?
Simplemente maravilloso!!

Anónimo dijo...

Maru, no es por nada, pero espero que valores este acercamiento a la tecnología que estoy teniendo en este momento.Jaja.
Mas alla de eso, encontre el papelito con la direccion del blog en el fondo de la riñonera y pensé que estaba bueno pasar un pato a ver en que andas con tus letras y tus delirios. La verdad es que estoy con una cosa en el pecho, que te queda cuando lees cosas que te llenan y que te gustan y que te parecen que van pensando bien. Que te remueven adentro las emociones y la sensibilidad.
Un placer encontrarte en el hirviente Cabo y ver todo lo que creciste y todo lo que tu cabeza piensa y hace. No hay dudas es que vas a parar allá medio alto, si es que te detiene alguien.
Asi que simplemente queria dejarte por aca una huellas, que sepas qe lei unos cuantos textos tuyos y me llevo la mayoría conmigo como aporte a la vida y todas esas cosas.
Deseo que nos encontremos cuando cuadre, y deseo que cuadre pronto.
Voy a leer a Luis Alberto ahora que me contaron quien es.

Abrazo gigante.

Meilán.