Me cuesta como nunca   
nombrar los árboles y las ventanas
y también el futuro y el dolor
el campanario está invisible y mudo   
pero si se expresara   
sus tañidos   
serían de un fantasma melancólico
La esquina pierde su ángulo filoso,
nadie diría que la crueldad existe.
La sangre mártir es apenas   
una pálida mancha de rencor.
Cómo cambian las cosas  
en la niebla.
Los voraces no son   
más que pobres seguros de sí mismos,
los sádicos son colmos de ironía,
los soberbios son proas   
de algún coraje ajeno,
los humildes en cambio no se ven.
Pero yo sé quién es quién   
detrás de ese telón de incertidumbre,
sé dónde está el abismo,   
sé dónde no está dios,
sé dónde está la muerte,   
sé dónde no estás tú.
La niebla no es olvido   
sino postergación anticipada.
Ojalá que la espera   
no desgaste mis sueños,
ojalá que la niebla   
no llegue a mis pulmones
y que vos muchachita   
emerjas de ella
como un lindo recuerdo   
que se convierte en rostro
y yo sepa por fin   
que dejas para siempre   
la espesura de ese aire maldito
cuando tus ojos encuentren y celebren   
mi bienvenida que no tiene pausas.
Mario Benedetti.
De mí para mí. Gracias.
1 comentario:
A veces parece que todo está tan nublado, no? Que es como que buscás y no hay más manos. El tema es que uno sabe, sabe. Sabe que no hay manos. Uno se convence de que estando solo es más facil hacer. Solucionar.
Entonces como que se va acurrucando, encerrándose, dejando a los demás afuera.
Cuando está solo, llora de verdad porque necesita que lo despierten. que lo obliguen a levantarse.
Somos seres paradójicos che.
Y... nada. Mejor que quede por acá.
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