12.6.09

El hombre blanco. Su cara... ah, tan cercana. Veo esa cabeza acercarse hacia mí rápido, terriblemente rápido. ¡Me va a traspasar! Grito.
Grito. No me oye nadie. ¡Me va a traspasar!
Me levanto como puedo y corro. Siento una voz, una voz de guía, potente y clara, que dice "si te toca te morís". Entonces corro más rápido, sabiéndolo atrás mío. El tiempo se disocia en mil fracciones y un segundo es el tiempo suficiente para pensar todo lo pensado. Dura tantos años como cueste llegar a estar a salvo.
Encuentro un refugio y me encierro. Estoy temblando de arriba abajo. Otra vez la voz: "cerrá bien, tapá las rendijas". Y yo, absolutamente fuera de control, busco algo para cubrir la parte de abajo de la entrada. Encuentro y lo uso. Tiemblo más. ¿Será del material adecuado? ¿No será capaz de escabullirse por debajo, de pasar como un hilo blanco, como vapor de agua metiéndose por la rendija? No puedo parar de sacudirme violentamente.
Desde afuera escucho ayuda. ¿Qué hago, qué tengo que hacer? Me responde algo pero no entiendo qué es. ¿¡Qué hago!?

Entonces recobro la vista, el oído, el tacto. Caigo dentro de mi propio cuerpo, vuelvo a utilizar las herramientas de percepción del mundo que conocemos.
Entonces resultan ser las tres de la mañana, lo que tapa la entrada una toalla, la entrada una puerta y el refugio un baño.



Cierro con llave la puerta del baño y me quedo sola, como exiliada del mundo. Desde acá escucho aviones bombardeando la ciudad. En la bañera hago mi trinchera y me pongo a espiar. Nadie puede entrar, ni los enemigos, ni el miedo.

1 comentario:

anto dijo...

Uá!

no se... quisiera averiguar significados. mas significados


te quie mu, loqui linda mia