12.6.09

- ¿Estás ahí?
- Sí, estás sola?
- Sí, creo que se fueron.
- No sé, siento que pasa algo raro.
- ¿Qué?
- Pasa... como una especie de mala suerte.
- Ssshh... ¡dame la mano! No me dejes sola...
- Vos tampoco, no me sueltes ahora por favor...
- No me sueltes nunca...
- Pero... no podemos...
- No podemos vivir aferrados el uno al otro toda la vida...
- Creo que no.
- No podemos vivir aislados...
- Creo que no...
- Tenemos que despegarnos...
- ¡Tenemos que salir! Parece que afuera...
- Afuera todo está bien...
- Shhh... andan por ahí...
- Te quiero mucho.
- Te quiero mucho.
- No me sueltes nunca.
- Nunca te voy a soltar, abrazame fuerte!


Otra vez conspirando en contra de la libertad: Los eternos militantes de la duda. Los que todavía creen que “unidos jamás serán vencidos”. Y es mentira! Primero yo, después yo, y luego otra vez yo. La única salvación posible está en la soledad absoluta. Dos seres humanos que se encuentran, ya son una guerra.
La inteligencia es competencia, y lo más importante es ganar. Y no hablo solo de ganar guita, ellos lo saben muy bien, sino de la confianza del prójimo. Por eso reivindico la masturbación. El amor a uno mismo. El delicioso placer de sabernos únicos. Que somos incomunicados a pesar del verbo. Que el aislamiento es sinónimo de paz y que el piñazo fuerte es como un beso...


(...)


- Nunca nadie entiende nada de lo que se canta. Da lo mismo un grito de dolor, que un éxito bailable de FM.

- Atención señoras y señores, vendo el último grito de dolor, de una pobre tipa que no puede ser feliz.

- Da lo mismo el ardor en las entrañas, que una nueva marca dentífrica...

- Lávese los dientes con ardor en las entrañas y desaparecerán sus caries...

- Da lo mismo tratar de explicar el miedo, a la hora de tomar el té...

- Atención señoras y señores, la pobre tipa nos quiere explicar que tiene miedo...

- Sí. Miedo al abandono, al beso fuerte, miedo a la paz, a mi nuevo objeto persecutorio, miedo al orgasmo, miedo a Montevideo después de las doce, miedo a caer de cabeza, a no enamorarme nunca...

(...)

- En nuestras manos está resucitar el mundo. ¿Cómo? Si todavía no empecé y ya no tengo mas ganas...
¿En qué podemos creer para empezar de nuevo? ¿En las maestras? ¿En los psicólogos? ¿Qué basura nos vamos a inventar ahora? Si Papá Noel era un viejo burgués de mierda y al Rey Baltazar lo prohibieron por negro...
¿Qué bandera podemos levantar? ¡Nicaragua sandinista...! O quizás podamos vender hamburguesas McDonald's en el mundo socialista.
Cuando Roger Watters habló por primera vez de derribar el muro, no se refería al muro de Berlín.
Y en nosotros está resucitar el mundo. ¿Cómo? Si todavía no empecé, y ya no tengo más ganas...



Tabaré Rivero - "La ópera de la mala leche" - 1990.

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