Carajo, mierda. Me canta desde un rincón, con esa cara de no sé qué.

- ¿¡De preocupado!? ¿¡De enojado!? ¿¡De loco desquiciado disfrutando!?

No entiende nada. Pero me canta igual. Por las ventanas medio rotas entran miles de rayos de luz, creando una especie de entramado brillante en la semioscuridad de la habitación totalmente cubierta de polvo.
Hay sangre alrededor de mí, pero el cansancio no me deja ver de qué parte de mi cuerpo viene. ¿Qué parte me está matando de dolor? No sé, no sé. Pienso una y otra vez. Cierro los ojos, sin poder dejar de oír cómo sigue cantando sin hacer caso de mis quejas, e intento concentrarme en hacer una especie de relevamiento mental de mi cuerpo. ¿Qué parte está totalmente mutilada, rota, dolorida, muerta? No puedo darme cuenta. Todo el cuerpo me duele igual. En realidad, si no fuera porque podría convencerme de por vida de que estoy totalmente loca, diría que la sangre salió literalmente de todos lados. Diría que estoy sudando sangre, como después de correr mil kilómetros.
Abro los ojos y miro al techo. ¿Qué hago acá? En la otra punta, el muy hijo de puta sigue cantando. Las mismas dos estrofas una y otra vez. Está tirado en el suelo, con la cabeza medio apoyada en la pared. Lo analizo unos segundos. Está manchado de polvo y mugre, la corbata medio floja le cuelga a un lado, y su pecho sube y baja solamente un poco más lento que el mío. Entonces... ¿él también luchó? ¿Qué pasó? ¿Porqué su sangre sigue en sus venas y la mía salió a dar una vuelta y averiguar cómo es todo fuera de mi cuerpo?

- ¿Porqué no te callás y me ayudás? - Le digo, oyendo mi propia voz como un hilo sonoro débil, que pelea para no romperse entre las tijeras de alguna parca.

Otra vez, no hay respuesta. Simplemente está ahí. Me está diciendo, con la tenacidad del que está seguro que no podremos hacer otra cosa, que la sangre no salió de otro lado que de mi mente incomprensiva. Que cuando entienda de qué se trata esto, porqué se sufre y se aprende sin ser ambos procesos horrendamente opuestos, me voy a poder parar y darle una patada. Pero hasta ese momento, él manda.

Calm down, deep breaths

and get yourself dressed

instead of running around

and pulling on your threads

and breaking yourself up.

If it's a broken part, replace it.

If it's a broken arm then brace it.

If it's a broken heart then face it.