16.8.09

No tenía que ir muy lejos. Esa es la verdad. Durante mucho tiempo me esforcé en cruzar ríos, cerros y arroyos. Atravesé tantas carreteras, recorrí tantos lugares, viajé a tantos parajes desconocidos...
Estaba ahí nomás. No hacía falta ni un ómnibus ni un buque. Ni una señal rectangular parpadeando, ni una fibra óptica. De alguna forma, tiene sentido: Abandoné todos los lugares, nunca me quedé para siempre. El círculo es la figura más perfecta para cualquier proceso. Llegar a donde se inició no es no haber avanzado nada: La idea es que cuando estés nuevamente en el punto de partida seas tan distinto a lo que eras cuando empezaste, que ahora sí veas la respuesta, como obvia lamparita de luz encendida en la cabeza. De nada sirve si el destino es otro, cualquiera. El verdadero sentido es volver a tener acceso a la situación inicial, pero cargar con un cristal distinto mediante el cual verlo todo.

Mi círculo me lleva por el más perfecto recorrido de encuentro. No tiene fallas. Cada uno de sus puntos está colocado perfectamente, con un sentido que, si se entiende, rompe con cualquier límite de la coherencia (y por eso es perfectamente lógico). Cada situación es causal y cada una de ellas colabora al fin mayor. Voy andando, atravesándolas, sacando de cada una un pedacito de cristal para construir el nuevo lente con que veré la solución.
Espero ese día. Tiene que estar por llegar. El círculo se cierra de a poco y me va empezando a parecer que ya estamos yendo más lento. Dejamos de correr. Empezamos a escuchar. Me dan la mano y entiendo lo que fui a buscar. Dejé mochilas, pesadas cargas de piedras en espaldas encorbadas, y cerrando los ojos avanzo, avanzamos, hacia la llegada que es el inicio y que reluce en la distancia como faro guía.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

cuando dicen que cada persona es un mundo, tienen mucha razon.
me parece que sos muy superior. que tenes un brillo natural que se nota hasta en esta cosa tan frivola que es internet, un blog y todas esas cosas. no veo ojos, ni caras, ni gestos, pero adivino que debe valer la pena conocerte.
lamento que no nos conozcamos... capaz algun dia. ¿quien serás? por el momento, pretendo conocerte de este modo. entrando aca, leyéndote.
todo esto para decir nada mas que me gusta mucho como escribis.

saludos largos y duraderos!

Mariana dijo...

Bueno... para mí conocer entra dentro de este juego de la interné. Al menos para aquellos que somos más parecidos a nosotros mismos cuando sabemos que nadie nos mira. O eso creemos. No sé.
Gracias por el comentario tan lindo. Espero que siga disfrutando entonces. My pleasure.

Salú.